El uso de secadores o planchas implica una agresión térmica para el pelo. Lo debilitaen cierta medida y, por ende, puede ocasionar su caída como asegura nuestro equipo médico. Por ello, es importante no hacernos esclavas de su uso y cuando caigamos en la tentación, lo hagamos con todas las precauciones posibles:
- Utilizando fuentes de calor de marcas de calidad reconocidas en el mercado.
- Aplicando protectores térmicos que protejan el pelo durante su exposición a las altas temperaturas.
- Siguiendo estos consejos para que evites problemas en tu preciosa cabellera.
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El calor no es bueno para el pelo. Cada cabello está recubierto por estructuras llamadas cutículas. Estas son capas de proteína que protegen al pelo de las agresiones y una de ellas es el calor. Las altas temperaturas quiebran la cutícula haciendo que nuestro pelo se ponga áspero, opaco y esté más débil. Cuando tenemos el pelo húmedo y lo secamos con secador, perdemos su humedad de forma drástica. Mientras que como cuando lo dejamos secar al aire se hace de forma paulatina. Y ese cambio brusco de temperatura es el que provoca que se quede quebradizo.
